martes, 25 de noviembre de 2008

WIKI - ARTRITIS REUMATOIDE



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En esta revisión, nosotros exploraremos la enfermedad a nivel molecular: proliferación de células sinoviales, daño de cartílago, hueso y tejido periaticular en la artritis reumatoide.

FISIOPATOLOGIA DE LA INFLAMACION


los mecanismos que protegen de las infecciones y de las células malignas al cuerpo son los mismos que destruyen el tejido en la artritis del reumatoide.
Los neutrofilos son las células predominantes en el fluido sinovial de pacientes con artritis reumatoide, Las manifestaciones clínicas comienzan con la localización de linfocitos en el liquido sinovial, que al activarse producen inflamación y dolor. Los linfocitos producen proteínas mediadoras Citoquinas que inician la inflamación, atraen otras células inmunológicas, activan las células residentes y causan exceso del líquido sinovial.
Las células T llegan a la articulación a través de un proceso complejo que media la entrada a través del endotelio vascular y el interior del tejido sinovial. En este proceso las células T se adhieren al lumen del vaso capilar, por medio de moléculas de adhesión expresadas en las células endoteliales lo que provoca la traslocación de células endoteliales hacia el líquido sinovial y extravasación hacia los tejidos. Después de que las células T llegan al sinovio, pueden interactuar con los macrófagos residentes tipo A, que pueden haber adquirido antígenos en su superficie aun no identificados. Como consecuencia de esta interacción, las células T se activan y producen varias Citoquinas. Estas perturbaciones inmunológicos llevan a la producción de Factor Reumatoide.

lunes, 24 de noviembre de 2008

ETIOLOGIA


La etiología de la AR permanece desconocida. Hasta el momento no se ha descrito algún factor o agente biológico como causante de la enfermedad. Se ha propuesto un factor o agente agresor que interactua con el huésped y provoca una respuesta inmune inflamatoria, que se perpetúa. Se considera de etiología infecciosa, debido a que se han encontrado partículas semejantes a virus en biopsias de membrana sinovial de pacientes en la etapa inicial de la enfermedad. Por otra parte, la presencia de poliartritiis en la evolución de algunas enfermedades causadas por diversos agentes infecciosos esta posibilidad. Sin embargo no existe evidencia de que estos agentes sean la causa de la enfermedad. Especial mención merece el virus Epstein Barr, ya que en un número significativo de pacientes con AR se encuentran anticuerpos circulantes dirigidos contra antígenos específicos del mismo. Los pacientes con AR no son capaces de regular las células B infectadas por el virus, el que puede actuar como un activador policlonal en la producción de autoanticuerpos
por células B y de este modo perpetuar el proceso inflamatorio. Estudios efectuados en familias hacen pensar que existe predisposición genética. Se ha observado relación estrecha con antígenos del complejo mayor de histocompatibilidad que muestran la presencia del alelo DR4 en 35 a 70% de los pacientes con artritis reumatoide. Sin embargo, los factores genéticos no explican completamente su incidencia, lo que sugiere que la etiología es multifactorial.

sábado, 1 de noviembre de 2008

MANIFESTACIONES EXTRAARTICULARES

1. Nódulo reumatoideo. Se presenta en el 20 a 25% de los casos, se produce en el tejido subcutáneo, en tejido periarticular y, menos frecuentemente, en vísceras .

2. Alveolitis fibrosante. Puede llegar hasta el pulmón

3. Angeítis de pequeños vasos. Puede producir púrpura, úlceras isquémicas cutáneas, neuropatía periférica, escleritis, conjuntivitis y uveítis.

4. Síndrome de Felty. Corresponde a una artritis reumatoidea con angeítis, linfoadenopatía, esplenomegalia y leucopenia.

5. Pericarditis y endocarditis.

6. Compromiso renal (glomerulitis, glomerulonefritis focal y segmentaria; nefropatía extramembranosa por tratamiento con sales de oro, nefritis intersticial por analgésicos).

7. Amiloidosis secundaria.

MORFOLOGIA DE LA ENFERMEDAD


En el desarrollo de la inflamación de la artritis reumatoidea se distinguen tres fases :

Primera fase (de inflamación sinovial y perisinovial):
1) edema del estroma sinovial, lo que produce eminencias o proyecciones vellosas hacia la cavidad (hipertrofia vellosa)
2) proliferación de células sinoviales que se disponen en 6 a 9 capas (normalmente están dispuestas en 1 a 3 capas)
3) gran infiltración de células redondas: linfocitos, que pueden disponerse a manera de folículos linfáticos (cuerpos de Allison-Ghormley), plasmacélulas, monocitos y macrófagos y escasos leucocitos
4) exudado fibrinoso en la superficie sinovial y, en menor grado en el estroma. La fibrina puede convertirse en un material granular (granos de arroz). El líquido sinovial contiene leucocitos y complejos inmunes
5) daño de pequeños vasos (vénulas, capilares y arteríolas) que consiste en tumefacción endotelial, engrosamiento de la pared, infiltración de algunos leucocitos, trombosis y hemorragias perivasculares
6) microfocos de necrosis.

Segunda fase (de proliferación o de desarrollo de pannus):
Si la inflamación persiste se desarrolla tejido granulatorio, exuberante, llamado pannus , que se extiende sobre la superficie articular y se acompaña de vascularización del cartílago. El daño del cartílago y de los tejidos vecinos (cápsula, tendones, ligamentos y hueso) se produce por dos mecanismos:
1) desarrollo de tejido granulatorio junto a proliferación de células sinoviales con destrucción directa del cartílago articular
2) liberación de enzimas lisosomales de sinoviocitos, polimorfonucleares y macrófagos; entre aquellas, proteasas ácidas y neutras, colagenasas y enzimas proteolíticas capaces de fragmentar proteoglicanos y fibras colágenas.La depleción de proteoglicanos con pérdida de la metacromasia del cartílago es causada por las proteasas liberadas. La prostaglandina PGE2, sintetizada por la sinovial afectada, tiene un papel importante en la reabsorción ósea. También participan enzimas del líquido sinovial.

Tercera fase (de fibrosis y anquilosis):
En ella se produce deformación e inmovilidad articular. El tejido granulatorio se convierte en tejido fibroso en la cápsula, tendones y tejido periarticular inflamados, lo que produce gran deformación de la articulación. La desaparición del cartílago articular y fibrosis del espacio articular conducen a la inmovilización articular (anquilosis). Son características las deformaciones en ráfaga de los dedos de las manos en esta etapa.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Artritis Reumatoidea


La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad sistémica autoinmune de curso lento, caracterizada por provocar inflamación crónica de las articulaciones, que produce destrucción progresiva con distintos grados de deformidad e incapacidad funcional. En ocasiones, su comportamiento es extraarticular: pudiendo afectar a diversos órganos y sistemas, como ojos, pulmones, corazón, piel o vasos.

Se afectan primero las articulaciones pequeñas de las manos, falanges y muñecas y las de los tobillos. Es más frecuente en mujeres, en razón de 3:1. Se estima que el 1% de la población sufre de esta enfermedad. Se presenta con mayor frecuencia entre los 30 y 50 años de edad, pero también puede ocurrir en niños. Es más frecuente en individuos con anticuerpos HLA-DR4 y HLA-DR1 (presentes en blancos y japoneses).
En el 80% de los casos se detecta el factor reumatoideo en la sangre, el cual corresponde a un conjunto de anticuerpos. Especialmente fáciles de detectar son los anticuerpos 19S, IgM, IgG e IgA contra el fragmento Fc de IgG. Así se constituiría una molécula mayor autoantigénica IgG que produciría los anticuerpos específicos o el factor reumatoideo y con ello posteriormente, los complejos inmunes. El método habitual detecta el factor reumatoideo IgM hasta en el 70% de los casos. El factor reumatoideo puede encontrarse en algunos casos de lupus eritematoso generalizado, esclerodermia, dermatomiositis y otras enfermedades, como rubéola, lepra, malaria, y, además, en algunos individuos normales.

Los complejos inmunes son fagocitados por monocitos y leucocitos en el tejido sinovial, con liberación de enzimas y otros productos. También se desarrolla inmunidad celular con participación de linfocitos T activados, linfocitos de auxilio y linfocitos B. El fenómeno inicial de la inflamación sinovial parece ser un daño de vasos pequeños.